Triste dia.
Ayer Dorina me dejó. Me dejó de una manera brutal, fria,tajante.
Me desmoroné en un pestañeo y mi ser se desquebrantó en tantas piezas que el sordo sonido de todas cayendo al suelo hizo que todo a mi alrededor se tornara en silencio.
Habíamos llegado a un punto de inflexión donde, con su actitud, sólo me quedaría recibir dolor.
Anteriormente fui un gilipollas, para que nos vamos a engañar. Un gesto vale más que mil palabras, y ese maldito miércoles en el cine dije mil palabras de daño hacia ella. Y la suma sigue hacia atrás...
Ahora visto una capa de piel menos,la última me la dejé en el intento por arreglarlo. El finde fue una montaña rusa de sensaciones. Mi estado de ánimo y mía energías subían con una mirada y bajaban estrepitosamente con un silencio eterno. Fue una prisión estar con sus padres cuatro días.
Ahora tengo que pasar por esta maldita etapa, otra vez, por alocado por inexperto por ingenuo, POR IDIOTA.
Volver a las noches en vela, a pensar en lo que tuve y he perdido. En lamentos, lágrimas y tanto dolor que quiero gritar para arrancármelo del pecho y hacer que no hubiera existido.
Y ahora que hago? Sólo en una ciudad tan grande y sin hogar. Cadiz no es mi hogar desde hace mucho. He perdido mis raíces, he perdido mi esencia y no me quiero a mi mismo, me considero patético.
Necesito que alguien venga y sane esta herida doble. Ahora entiendo que fue un gravísimo error el haber entregado tanto y haber recibido tan poco. Estaba cegado, aún me pregunto si lo que ahora estoy sintiendo es la verdadera despedida de Blanka y Dorina ha sido sólo el medio para llegar a este punto.
No veo la luz al final del túnel. El dolor ahora mismo parece eterno.
